El Villarreal sabía lo que tenía que hacer. Se le presentó una oportunidad histórica, y no la desaprovechó. Es el mejor Villarreal hasta la época, y lo demostró una vez más.
Salió mentalizado a por la victoria, arrinconando al Atleti en su campo. Los de Aguirre no estuvieron en ningún momento en el partido, estaban "desconectados", y lo pagaron caro.
Los rojiblancos no sabían qué hacer ante las múltiples acometidas de su rival, que pudo adelantarse incluso antes. En el minuto 38 llegó el primero. Gran jugada del Villarreal por la banda, Rossi centra al corazón del área y, tras un fallo de Perea, Cazorla fusila a un Abbiati que pudo hacer algo más. Pero, a pesar del gol encajado, el Atleti no reaccionó, y el Villarreal siguió asediando la portería de Abbiati. Cinco minutos después llegó el segundo. Contraataque letal del Villarreal, y de nuevo Rossi asiste a Nihat, que bate a Abbiati. El italiano estuvo desafortunado durante toda la noche. 2-0 al descanso, y el partido, sentenciado.
Sinceramente pienso que todo el mundo esperaba ver a un Atleti entregado en la segunda mitad, en busca de la remontada. Pero, ante la sorpresa de todo el mundo, el Villarreal siguió dominando y creando ocasiones a un Atleti desconocido, totalmente diferente al que venció en el Sánchez Pizjuán. La dupla Forlán-Agüero, que tanto daño hizo en Sevilla, no apareció en ningún momento, y la única ocasión clara de gol de los colchoneros fue del canterano Camacho, que cabeceó un córner al travesaño.
En el minuto 65, Nihat cerró la goleada. El turco, que hizo doblete, culminó un contraataque dirigido a la perfección por Cazorla. El balón se coló entre las piernas de Abbiati.
Cabe destacar a tres hombres en el "submarino amarillo": Rossi, Nihat y Cazorla, que participaron en los tres goles de los locales.
Con esta victoria, el Villarreal se coloca segundo tras adelantar al Barça, que cayó ante el Betis.
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