Todo por decidir.

Concluyeron los partidos de ida de las semifinales de la Champions League.
Unos partidos en los que hubo fútbol, mucho fútbol, pero pocos goles, que dejan las eliminatorias completamente abiertas.

En el primero de estos dos partidos, disputado el martes en Anfield, el Liverpool no supo plasmar su superioridad en goles, y lo acabó pagando con el empate del Chelsea en el descuento (1-1).
Todo el mundo sabía que iba a ser un partido de poder a poder, entre dos de los mejores equipos del mundo, y los jugadores no defraudaron.
El Liverpool comenzó el encuentro dormido, metido prácticamente en su campo. Los diez primeros minutos fueron un mónologo de juego y ocasiones del Chelsea, pero, pasados éstos, el Liverpool reaccionó, y arrinconó a los de Avram Grant en su área. Allá por el minuto 30 se produjo la ocasión más clara del partido. Extraordinario pase de Gerrard a Torres que, sólo frente a Cech, no se decide a definir y el checo se le echa encima. Fue la primera de las numerosas ocasiones de las que dispusieron los de Rafa Benítez para adelantarse en el marcador. Pero, al filo del descanso, en el minuto 43, Kuyt aprovecha un pase de Mascherano (que era un tiro) para, ante el desconcierto de la defensa londinense, batir a Cech.
Era el 1-0, y el premio a la gran primera mitad de los "reds".
El segundo periodo no comenzó mejor para los "blues", que veían como el dominio de su rival era cada vez mayor. El Liverpool acometía una y otra vez sobre la portería de Cech, dirigidos perfectamente por Xabi Alonso, pero no lograba el tanto de la tranquilidad. Cabe destacar el gran partido del cerebro donostiarra. Mientras tanto, el Chelsea no despertaba, y dejaba a los finalistas de la pasada edición dominar el partido a su antojo.
Entonces, cuando el dominio del Liverpool era casi total, los de Abramovich reaccionaron tímidamente, con dos claras ocasiones de gol que no supieron finalizar.
Aunque ahora era el Chelsea el que dominaba, el incansable capitán "red" obligaba a Cech a lucirse con un preciso disparo desde el costado del área. Por cierto, gran partido de estos dos jugadores, sin duda los mejores del partido junto a Kuyt y Xabi Alonso.
Pero entonces, cuando ya todo parecía decidido, y tras una buena parada de Cech a Torres, Kalou centró al área y Riise introdujo el balón en su propia portería. Era el minuto 94, y, a falta del partido de vuelta en Stamford Bridge, la eliminatoria se le pone muy cuesta arriba al "Pool".
El otro partido de la jornada, algo menos vistoso, acabó con un empate sin goles entre el Barcelona y el Manchester.
El partido comenzó muy agitado, ya que Massimo Bussaca, el mismo que arbitró el Getafe-Bayern, señaló en el minuto 2 unas manos claras de Milito en el área. El encargado de tirarlo sería el que por muchos es considerado el mejor jugador del momento, Cristiano Ronaldo. Pero el luso no pudo con la presión, y el balón, tras tocar en el larguero, se fue fuera.
Fue lo único que hizo el Manchester en todo el partido ya que el Barça, conocedor del peligro de los "red devils" con el balón en sus botas, decidió tener el balón. Así las cosas, los de Rikjaard dominaban, pero no lograban sobrepasar la sólida defensa de los de Ferguson.
El dominio del Braça era aplastante, pero los líderes de la Premier se resistían a encajar un gol.
La ocasión más clara del partido (aparte del penalti) llegó en el minuto 51, un jugadón del Barça.
Messi avanza y, en el pico del área, la pasa en corto para Iniesta, que cede de tacón a Eto'o, pero el disparo del camerunés se estrelló en la red lateral.
El Manchester no reaccionaba, y dejaba el control de la pelota a los culés, que no conseguían batir a un inspirado Van der Sar.
Finalmente, los de "Fergie" lograron mantener su portería a cero, y se llevan del Camp Nou un empate nada merecido, ya que los culés dominaron y crearon ocasiones desde el primer momento.
La eliminatoria se decidirá en el mítico Old Trafford, un escenario realmente complicado.