No pudieron completar la hazaña.

El Getafe, club del que está orgulloso cualquier español (me incluyo en este apartado), cayó eliminado ayer de la Copa de la UEFA al empatar a tres frente al Bayern en el Coliseum.

El partido no comenzó nada bien para los de Michael Laudrup, que veían como De la Red era expulsado (más que rigurosamente) en el minuto cinco, tras cortar una llegada de Klose, que se dirigía hacia la portería del Pato. Ribery fue el encargado de tirar la falta. A la madera. Primer susto para los getafenses. Tocaba aguantar, con uno menos, ante uno de los equipos mejor confeccionados del mundo. Y, para colmo de los madrileños, uno de sus jugadores más desequilibrantes, Uche, no podía seguir en el campo debido a un tirón en el muslo. Era el minuto 19, y el nigeriano tuvo que ser sustituido por Belenguer, que también se encontraba tocado.

La noche pintaba más que negra para los seguidores del Getafe, pero su valiente equipo aguantó todas las acometidas bávaras hasta que, al filo del descanso, en el minuto 43, apareció de nuevo "Super Contra". El rumano, sin ayuda de nadie, fabrica una jugada espectacular y, tras irse de dos defensores, engancha un derechazo que sorprende a Kahn por alto. Uno a cero al descanso, y el milagro, cada vez más cerca.

En la segunda parte, como era de esperar, el Getafe se echó atrás para defender con uñas y dientes el gol de Contra, pero no renunciaba a nada ya que cada contraataque de los de Laudrup era medio gol. El Bayern, volcado sobre la portería del Pato Abbondanzieri, mantenía en vilo a toda España, pendiente los "héroes" azulones. Y más de uno y más de dos se estremecieron al ver que Toni enviaba al fondo de las mallas un centro desde la derecha. Pero no pasaba nada, ya que el gol fue anulado por una supuesta falta a Belenguer. El Bayern seguía achuchando, y creaba múltiples ocasiones que sus hombres de arriba no lograban finalizar.

Minutos después, el "Geta" pudo sentenciar el partido en uno de sus peligrosísimos contraataques pero Braulio, tras dejar a Kahn en el suelo, resbaló y no pudo disparar con la puerta vacía. El Getafe seguía sufriendo, pero gracias a sus centrales lograba mantener la portería a cero. Por cierto, merece una mención especial la defensa del Getafe, desde Litch hasta Cortés, desde Belenguer hasta Tena, que cuajaron un ésplendido partido, ayudados también por Casquero y Celestini, otros de los hombres del partido por su garra y pundonor.

Pero en el minuto 89 los getafenses despertaban del sueño cuando Ribery fusiló al Pato tras un pequeño fallo de la inconmensurable defensa madrileña.

Era el empate, y el partido se decidiría en la prórroga. Nadie daba un duro por el Getafe. Pero los de Laudrup no se amilanaron, y en apenas dos minutos anotaron otros tantos goles. Primero fue Casquero con un derechazo impresionante que, tras tocar en el palo, entró en la portería de los de Hitfeld. Un minuto después, Braulio colocaba el tercero en el marcador tras aprovechar el resbalón de Lucio y fusilar a Kahn. Con ese resultado finalizó la primera parte del tiempo extra.

Todo era alegría en el Coliseum, y los getafenses ya saboreaban el pase a semis. Pero no todo había terminado. Enfrente tenían a un equipo grande, que no se rendiría en absoluto, y que no desaprovecharía las favorables decisiones arbitrales ni las facilidades que les fueron entregadas.

En el segundo periodo de la prórroga, los de Michael Laudrup continuaron jugando como lo habían hecho durante casi todo el partido, aguantando bien atras y saliendo rápido a la contra. Los alemanes estaban desquiciados y no sabían qué hacer ante la tenacidad de los azulones. Pero cuando parecía que los de Münich iban a tirar la toalla, Luca Toni aprovechó un error garrafal de Pato para dar esperanzas a los visitantes. El actual zamora de la Liga española no está respondiendo este año a las espectativas, y cometió su enésimo error en la presente campaña.

Restaban menos de cinco minutos para el final del partido, y los getafenses, a pesar del gol, se veían en semifinales.

Pero el sueño de todo un país se vio truncado injustamente en la última jugada del partido.

Los alemanes se disponían a sacar un libre directo desde la medular. Kahn, conocedor de la situación en que se encontraba su equipo, subió, como si de un jugador se tratase, a rematar.

El balón lo recibía el veterano portero alemán que, tras perder en el salto con Cotelo, cometía una clara falta que el árbitro no vio. El balón le llega a Ribery, que centra a la desesperada al corazón del área, donde Toni, ayudándose de su altura, remataba a gol ante un impotente Pato. Y para colmo, el espigado delantero italiano mandaba callar a los aficionados getafenses. Era el 3-3, y el Getafe quedaba eliminado de la forma más cruel posible.

Aun así, cerca de 300 aficionados se dieron cita en La Cibelina al grito de "No pasa nada, la Copa está ganada".

Así, los alemanes se enfrentarán en semifinales al Zenit de San Petersburgo, que cayó en casa por 0-1 frente al Bayern Leverkusen pero le vale el 1-4 de la ida.

La segunda semifinal enfrentará a la Fiorentina y al Glasgow Rangers, que vencieron 0-2 en Eindhoven y Lisboa, respectivamente.

Por último, me gustaría alabar una vez más a todos los componentes del Getafe CF (incluyendo a su incansable afición) que a base de entrega, garra y pundonor, mantuvieron en vilo a toda España desde las 20:45 de la noche del jueves, y cuya eliminatoria frente al Bayern de Münich quedará grabada para siempre en nuestros corazones.

Gracias, Getafe, por hacerme sentir orgulloso de ser español.