martes, 12 de agosto de 2008

Remontada épica


Estamos sólo en la segunda jornada de competición y ya hemos vivido momentos de gran tensión ante la aparentemente débil China. Los anfitriones nos metieron el miedo en el cuerpo cuando apenas llevamos dos partidos. Imagínense cuando estemos en la final luchando por el oro con Estados Unidos (espero no equivocarme).
La cuestión es que hoy, allá por las doce y cuarto de la mañana, el combinado chino ha hecho sufrir, y mucho, a los miles de españoles que seguimos el encuentro y a los doce valientes que lo disputaron. Gran parte de la culpa, eso sí, la tuvieron los ÑBA, que no jugaron su mejor baloncesto y practicaron un juego lento y errático durante gran parte del encuentro.
Pero entonces, cuando peor estaban pasando las cosas los españoles, emergió la figura de Pau Gasol (29 puntos), que ejerció de líder y guió a la Selección a su segundo triunfo en estas Olimpiadas. También colaboró, y mucho, el 'helicóptero mallorquín', Rudy Fernández, que imprimió velocidad y picardía al juego español y aportó 21 puntos, muchos de ellos en momentos clave.
Así, este partido sirve para demostrar que todos los equipos tienen un gran nivel y que, al mínimo descuido, te la pueden liar. España ya lleva la lección aprendida, y esperemos que no vuelva a pasar por una situación como la de hoy ante el conjunto chino que, también es verdad, contó con la inestimable ayuda de los colegiados, segundo gran escollo de los nuestros frente a los anfitriones.

Centrándonos en el partido, España demostró desde el primer momento que no iba a ser su día. Los chinos salieron muy motivados para conseguir su primera victoria y no complicar el pase a cuartos. Muy bien organizada, basándose como siempre en el tiro exterior y con una sólida defensa, los de Kazlauskas pusieron en graves apuros a los ÑBA, que se mantuvieron por delante gracias a la inspiración de Rudy (10 puntos en el primer cuarto).
El marcador marcaba un ajustado 18-20 a la conclusion de los diez primeros minutos, y todos esperábamos el despegue definitivo de los nuestros.
Sin embargo, sucedió todo lo contrario. Más que espabilarse, los de Aíto empeoraron aún más su juego y fueron entregando el control del partido a China, que no lo desaprovechó. En un abrir y cerrar de ojos los anfitriones pusieron la directa y dejaron atrás a una precipitadísima Selección Española, que marraba pases sin cesar. Nuevamente ayudados por su gran efectividad desde a línea de 6'25 (y los árbitros), los chinos se marcharon en el marcador y desquiciaron a una desconocida ÑBA.
Así, el segundo cuarto finalizó con un preocupante 46-37 a favor de los de Kazlauskas y un golpe en la cabeza de Jiménez. Se podía palpar la desesperación española, y parecía mas que probable que los chinos inauguraran su casillero de victorias. Aún así, se esperaba de nuevo la reacción de los de Aíto.
Ésta, cómo ya pasó anteriormente, no llegó, y los que mejoraron su juego para sentenciar el partido fueron los anfitriones, que comenzaron con otros dos triples para situarse quince arriba.
Aíto dio entrada a Berni, pero el escolta de Unicaja no estuvo a la altura. Ricky detuvo un poco el vendaval chino, pero Zhang volvía a distanciar a los suyos con siete puntos consecutivos.
La selección no acababa de meterse en el partido y seguía acumulando pérdidas.
La reacción era impensable, y muchos dieron por muerta a la ÑBA al ver el resultado al final del tercer cuarto (61-47).
Pero, para sorpresa general, a la tercera fue la vencida. Los hombres de Aíto salieron en tromba para conseguir su segunda victoria en estos Juegos y, de la mano de Gasol, Rudy y Reyes, los ÑBA lograron reponerse para colocarse a tres a cinco minutos del final. Los chinos no existían, y gracias a la intensísima defensa de España muchas de sus jugadas acababan con el bocinazo de fin de posesión.
Así, el marcador marcaba 72-70 a favor de los anfitriones a 35 segundos del final pero, tras una recuperación de Ricky, Marc se inventaba un canastón en los morros de Yao Ming a falta de 20 segundos, pero los árbitros no quisieron señalar la falta, que sería la quinta del ídolo local. En el siguiente ataque los árbitros se inventaron una falta de Ricky sobre el capitán chino, pero acto seguido el base español recuperó de nuevo la pelota. Aíto pidió un tiempo muerto y el mismo Ricky se jugó la última bola, pero su 'bomba' fue escupida por el aro.
Prórroga. Los ÑBA habían logrado su objetivo, y ahora no podían fallar. Salieron en tromba a por la victoria y se pusieron rápidamente por delante. Además, Gasol forzó la quinta personal de Yao con un 2+1 que sentenció el partido. Al final les metieron diez puntos de diferencia, con Pau como héroe.
Los jugadores, desbordantes de alegría, saltaron del banquillo al escuchar el pitido final para abrazar a sus compañeros. Habían dado la vuelta a un partido que se les había puesto muy cuesta arriba y habían demostrado que podían sobrevivir en situaciones precarias como aquellas. Además, habían aprendido un nuevo factor que les ayudará en su camino al oro: no relajarse nunca.
Con Pau y Rudy como estandartes, los ÑBA ponen rumbo a cuartos.

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