viernes, 23 de mayo de 2008

'Doblete' del Manchester.


El Manchester United se proclamó por tercera vez campeón de la Champions League tras derrotar a sus compatriotas del Chelsea en un abarrotado estadio Luzhniki.

Los de Ferguson, favoritos, salieron al campo a demostrar esa condición, y, tras unos primeros quince minutos muy tácticos en que los dos equipos se estudiaron, se lanzaron al ataque con un ritmo frenético, incansable, que haría recular al Chelsea y que les haría gozar de múltiples ocasiones. En la más clara, el máximo goleador del torneo no perdonó. Tras una espectacular jugada de Brown y Hargreaves en la banda, el lateral inglés centró al corazón del área, donde estaba Cristiano para ganar en el salto a Essien y enganchar un cabezazo ante el que nada pudo hacer Cech. Era el 1-0, y el octavo gol del portugués en la competición, que demostraba que, además de velocidad, regate y disparo, también va muy bien de cabeza. Con el gol, los de Grant parecían derrumbados y cedieron todo el protagonismo a los de Ferguson, que acecharon la portería rival una y otra vez, sin éxito. Todo lo contrario que los londinenses, que veían cómo al borde del descanso Lampard, exhibiendo su gran llegada, aprovechaba un infortunio de la impenetrable defensa 'devil' para enviar el balón al fondo de las mallas, establecer las tablas en la gran final y brindar el gol a su difunta madre. Los pupilos de Ferguson no se lo podían creer, y se retiraron a los vestuarios con gesto contrariado, al contrario que los 'blues', que se encontraraban con el gol que igualaba la final en el momento más inesperado.

La segunda parte, sin embargo, fue todo lo contrario. Nadie sabe que le dijo Avram Grant a sus hombres, pero la cuestión es que calcaron el partido de sus rivales en la primera mitad, liderados por un rejuvenecido Ballack y el incombustible Essien, que demostró una vez más su inagotable poderío físico. Lampard, por su parte, dirigía el juego con fluidez y Drogba luchaba con posiblemente los dos mejores defensas del momento, que fueron los únicos que mantuvieron a su equipo en el partido con la ayuda del todoterreno Carrick.
El Chelsea dominaba, pero no lograba derrumbar el muro defensivo de sus contrincantes.
Así, y tras unos últimos diez minutos en los que pudo pasar de todo, incluyendo un disparo al palo de Drogba, se llegó a la prórroga.

En ella, al igual que en el tiempo reglamentario, los 'red devils' salieron mejor y dominaron el los primeros quince minutos, mientras que los de Grant hicieron lo propio en la segunda mitad.
El Chelsea gozó de las mejores ocasiones, pero el larguero se interpuso entre el balón y la red en un disparo de Lampard y más tarde un libre directo botado por Drogba salió rozando el travesaño. Antes, Terry había sacado bajo palos un tiro de Giggs que de haber ido mejor colocado hubiera dado el título a los de Ferguson.
Con este panorama se llegó a la lotería de los penaltis, en los que Cristiano, tras realizar una 'paradinha', falló. Terry tuvo el título en sus botas en el quinto penalti, pero resbaló y su disparo, tras tocar ligeramente en el palo, se fue por la derecha de la portería defendida por Van der Sar.
En la 'muerte súbita', el Manchester no falló y Van der Sar dio el título a su equipo parando el penalti definitivo a Anelka.

Así, los de Ferguson consiguen su tercer entorchado y ahora lucharán por retener a Cristiano.
Por su parte, Abramovich, que vivió el encuentro intensamente, tendrá que esperar un año más para conseguir su sueño.

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