viernes, 27 de junio de 2008

España es el mejor equipo del campeonato


Todos esperábamos este partido . Rusia había derrotado en un encuentro precioso a Holanda, otra selección que había destacado, incluso impresionado, por la belleza de su juego vertical y la gran clase de sus jugadores. Tras este enfrentamiento, los orientales presentaban su candidatura con toda justicia, pese a que habían perdido con España en la fase de grupos. Pavlyuchenko, Zyryanov, Zhirkov... y el gran Arshavin capaz de protagonizar uno de los partidos más bonitos que se hayan visto.


Qué decir de España, la única selección que no había perdido ni un solo partido en el torneo. La fortaleza de sus líneas, las combinaciones de la media, su delantera con el máximo goleador... qué más se puede pedir de un conjunto que había ganado al campeón del Mundo en el partido anterior.


Por eso, nada más comenzar, Arshavin bajaba para iniciar las penetraciones por las bandas, Zhirkov subía por la izquierda y Pavlyuchenko probaba siempre activo el desmarque. Pero España estaba convencida de que era su gran día (a espera de otros aún mejores) y cortó las aspiraciones de los rusos con su ya famosa labor de equipo, en la que parece que no hay que dar ni una patada al contrario, ya que la colocación, las ayudas y el talento, suplen a la intimidación. Ni siquiera pareció notar la baja por lesión de su goleador Villa, que se pierde la final y tuvo que ser cambiado por Cesc.


Esta baja podría haber sido determinante por la indiscutible aportación del asturiano, pero fue justo lo contrario, ya que el sustituto reinó en su zona, sobre todo en la magnífica segunda parte. Por si faltaba algo, Casillas desvió con la punta de los dedos un gran remate de Pavlyuchenko, uno de los mejores chutadores de esta Eurocopa. Felicidades a Casillas, al cámara y al realizador de Austria, pues la repetición a baja velocidad de la jugada en la televisión fue de cine.


España había dominado claramente la situación, controlando el juego de Rusia y anulando a sus tenores, pero todavía no había marcado. Y en esto llegó el descanso y comenzó la segunda parte.


Pocas veces se ha visto en un campo de juego una demostración como la que tuvimos la suerte de presenciar. La selección española, la Roja, hoy vestida de un horrible color amarillo, mostaza o lo que sea, desplegó un juego impresionante, con apoyos constantes, cortando cuando era necesario, buscando desmarques y mirando siempre adelante, convencida que esta era su gran ocasión. Me atrevo a decir que esta segunda parte merece formar parte de la Historia, con mayúscula, del fútbol mundial. ¡Qué línea medular!, Silva, Xavi Hernández, Iniesta, las subidas de Ramos, y Senna, un hombre capaz de convencer a Arshavin de que es inútil atacar cuando él está en cancha. Qué tío más serio, currante, con talento, con espíritu. Ya podrían fijarse en él otros jugadores de renombre, que han nacido en el mismo país y que van de vagueo en escándalo. Y es que Senna es además un jugadorazo español.


El gol tenía que llegar, pues el balón era sólo de nuestra selección y las jugadas se sucedían. En una de ellas Iniesta se metió por la izquierda y sacó un centro que fue rematado espectacularmente por el gran Xavi. Era el delirio y la alegría estaba justificada. Ahora España podía tranquilamente irse atrás, dejar la iniciativa a Rusia y confirmar el resultado con el contraataque.
Pero este es el combinado de Luis y eso no iba a ocurrir. Siguió buscando el segundo con todo el esfuerzo, la clase y el maravilloso juego colectivo que el técnico le ha inculcado. Y así llegó otro gol, marcado por el fenomenal Güiza (que había sustituido a Torres) en jugada magistral del maestro Cesc. La fiesta se desbordaba y los rusos no podían ni subir el balón, presos en las redes de la media española y agobiados por las peligrosas subidas de nuestros jugadores. Para rematar la faena Silva marcó otro golazo, a pase, cómo no, de Cesc. Tres goles tocando, divirtiendo, asombrando.


España ha jugado uno de los mejores partidos que yo recuerde de todos los tiempos. Tiene todo, para ganar: defensa, llegada, organización de juego, buena preparación física, grandes individualidades. Pero sobre todo, y perdonad que me repita, el gran estilo de juego solidario, que debe llevarnos a la victoria en la final, pues somos, de calle, los mejores. Qué grande eres, Luis Aragonés.


Hay una sola cosa que no me gustó del partido. Por las famosas razones de mercado, el equipo llevó un camiseta que no corresponde, cuando nuestros colores son el rojo como primero y el blanco en caso de coincidencia. En esta Eurocopa ya lo hemos visto antes, con Holanda llevando unas terribles medias azules en vez de sus habituales naranjas, por ejemplo. El poder de las marcas de equipamiento deportivo y su avaricia están quitando algo importante en el fútbol . Si quieren introducir variaciones hay mil formas de modificar detalles, de actualizar estilos, sin cargarse los símbolos, que son importantes para la identidad de los equipos.


Vamos España, ya queda menos. Los alemanes no son malos, pero vosotros tenéis el apoyo de la afición de todo un país, y el de los aficionados del mundo que aman este deporte y os han visto jugar.

2 comentarios:

Quique dijo...

Vamooooooooos, repaso a Rusia y ahora a la final. Ganaremos con gol de Torres

X........ dijo...

Qué cara que tienes, dándotelas de vidente, y has escrito el comentario el día 30 pillín, y la final fue el 29. No obstante, felcidades a Torres, y te aplaudo por tu fé. Te repito que yo también iba con España (saqué la bandera por la ventana), pero no podía ser optimista, tenlo en cuenta, nos ha pillado a muchos de sorpresa.