Grupo A. Portugal ya está en cuartos y Suiza cae eliminada de la manera más cruel posible.

Los partidos del miércoles del Grupo A nos dejaron las cosas bastante claras en lo que se refiere a los equipos clasificados y los que no seguirán en la competición: Portugal estará en cuartos como primera de grupo gracias al triunfo frente a la República Checa, y la anfitriona Suiza se despedirá de la Euro en el partido del domingo ante los lusos tras perder contra Turquía en un final de infarto.

En el primer partido de la jornada, Portugal se impuso a los checos por un claro 3-1 y se afianza como uno de los grandes favoritos a alzarse con el entorchado europeo.

Los de Scolari demostraron una vez más que, a pesar de carecer de delanteros capaces de decidir un partido, los extremos pueden hacer la función de goleadores a la perfección. Y es que los lusos cuentan con unos interiores por los que el mismísimo Abramovich tiraría la casa por la ventana en cualquier momento. El miércoles, Cristiano Ronaldo y Quaresma, con un tanto cada uno, se encargaron de certificar esa cuestión.

El partido comenzó muy bien para los portugueses, que se adelantaban rápidamente en el marcador con un tanto de Deco tras una revuelta en el área.

Pero los checos no se rendirían tan pronto, y, diez minutos después, Sionko establecía las tablas al cabecear al fondo de las mallas un córner botado por Plasil.

Entonces, los de Bruckner buscaron mantener el resultado y aguantaron atrás, mientras que los lusos, liderados por un gran Deco, intentaban romper de nuevo el empate. Pero la portería checa no la defendía un portero cualquiera, sino uno de los mejores del mundo, Petr Cech, que salvó a su selección con un par de paradas inverosímiles para demostrar que en este momento, junto con Casillas y Buffon, está a otro nivel.

Así, con Portugal dominando y Chequia cerrada atrás, se llegó al descanso.

La segunda parte continuó con la misma tónica que la primera: Deco dirigía a los suyos con fluidez y los de Bruckner, a pesar de conformarse con el empate, no renunciaban a nada y avisaban a Ricardo con frecuencia. Pero el tanto de Portugal estaba al caer, y, aunque Cech lo retrasó unos minutos, terminó por llegar. Moutinho cede a Deco, y el azulgrana envía un pase a la frontal del área que aprovecha Cristiano llegando desde atrás para batir a Petr. Corría el minuto 63, y la Républica Checa, consciente de que el tiempo era más que suficiente, se volcó hacia la portería rival, sin éxito. Baros lo intentaba sin cesar, pero sus disparos eran respondidos perfectamente por Ricardo, que cuajó un partido espectacular. Así, y con la falta de puntería de los checos, que acusan en exceso el mal momento de forma de su goleador Koller, se llega al minuto 90. Los de Bruckner seguían 'achuchando', y nuestros vecinos no pasaban el mediocampo. Sin embargo, y ante la sorpresa general, fueron los de Scolari los que anotaron el tercer gol que sentenciaba el partido. De nuevo Deco iniciaba la jugada con un pase perfecto a Cristiano, que, solo frente a Cech, decide entregar el balón a Quaresma para que éste empuje el esférico a la red.

Así pues, 3-1 y mazazo para los checos, que vieron como la falta de pegada les condenó.

En el otro partido del Grupo A, que decidía quién quedaba matemáticamente eliminada, Turquía se impuso a Suiza 'in extremis' dejándola fuera de 'su' Euro gracias a un golazo de Turan en el 92.

El encuentro fue igualadísimo, con infinidad de ocasiones para ambos conjuntos. Los turcos salieron un poco mejor en los primeros minutos, pero la anfitriona no se rindió y logró compensar el partido mediada la primera mitad, haciendo lucirse a Volkan, muy acertado ante las múltiples acometidas helvéticas. Por su parte, Benaglio, meta suizo, tampoco defraudó, y mostró sus grandes cualidades exhibiéndose ante los disparos rivales.

Entonces, en el minuto 31, tras un testarazo al palo de Gökdeniz, los anfitriones se adelantaron en el marcador con el gol del turco de nacimiento Yakim, que no desaprovechó el 'pase de la muerte' de su compañero Derdiyok, muy activo durante los 90 minutos.

Mientras tanto, el cielo de Basilea descargaba toda su agua sobre el césped del Saint Job Park, encharcado por la lluvia.

Los suizos pudieron aumentar diferencias, pero Volkan repelió todas las intentonas de los de Kuhn hasta el descanso.

Tras la reanudación, los turcos salieron de nuevo con muchas ganas, y Semit igualó el electrónico con un remate de cabeza ante el que nada pudo hacer Benaglio, que llegó a tocar la pelota.

Entonces el partido se convirtió en un auténtico carrusel de ocasiones para ambos equipos, pero los guardametas, soberbios, impidieron cualquier posibilidad de romper la igualada.

Así, y cuando todo apuntaba a un empate que no dejaría satisfecho a nadie, los turcos aprovecharon su mayor pegada para llevarse los tres puntos y, de paso, eliminar a Suiza.

Turan fue el encargado de ello con un potentísimo disparo en el 92 que demuestra, por enésima vez, que el fútbol es muy, muy injusto. Eso es lo que deberían estar pensando los aficionados helvéticos al final del partido, que vieron como su selección quedaba apeada a las primeras de cambio a pesar de ser superior al rival en ambos partidos.

La próxima jornada, con el intrascendente Portugal-Suiza y el emocionantísimo Républica Checa-Turquía, decidirá el segundo representante de este grupo en cuartos.