Acabó la primera jornada del Grupo B de la Eurocopa, con victorias de Alemania y Croacia.
Los primeros demostraron que la condición de favoritos no les viene grande y se deshicieron fácilmente de una débil Polonia (2-0) con dos goles de Lukas Podolski, polaco de nacimiento.
Fue un partido bastante bonito y con ocasiones, en el que los de Löw demostraron que, excepto en defensa, cuentan con un equipazo capaz de ganar a cualquiera de los particicipantes en este prestigioso torneo. Además, se nota mucho en los teutones la presencia de Podolski que, a pesar de defraudar en el todopoderoso Bayern, presenta su mejor versión cuando juega con el combinado nacional, echándose el equipo a las espaldas cuando éste lo necesita. Y ayer, aunque el partido fue fácil y los alemanes obtuvieron una victoria cómoda, el ariete se volvió a destapar con dos bonitos goles, destacando el segundo.
Siguiendo con el partido, Alemania dominó la posesión del balón, bien presionada por una peleona Polonia que nunca perdió la cara al partido y que, de no ser por los fallos defensivos, podría haber dado algún que otro susto a la 'Mannschaft'. El primero de ellos, en el minuto 19, habilitó el 'pase de la muerte' de Klose a Podolski, que ponía el partido muy cuesta arriba a los de Beenhakker.
Con el 1-0 se llegó al descanso, por lo que el ex-seleccionador de Trinidad y Tobago decidió dar entrada a Roger Guerreiro, que aportó calidad y se convirtió en el líder indiscutible del equipo.
Pero los polacos carecen de pegada, y lo acabaron pagando con el segundo gol de su compatriota Podolski, de bella factura, tras un nuevo error de la zaga de Beenhakker.
Así, Alemania se coloca primera del Grupo B con tres puntos, los mismos que Croacia, que se impuso a la otra anfitriona, Austria con un solitario gol de Luka Modric de penalti.
Fue un partido disputado, con ocasiones, que tuvo dos partes bien diferenciadas: la primera se caracterizó por un claro dominio de los croatas, que fueron un vendaval, sobre todo en los primeros minutos. Buena prueba de ello es el gol que anotó su estrella, Modric, en el minuto 4, tras una caída de Olic en el área. El penalti era claro y el joven centrocampista croata se encargó de transformarlo para adelantar a su equipo mucho antes de lo esperado, ya que se esperaba a una Austria entregada, empujada hacia la victoria por su público. Los primeros 45 minutos continuaron con el mismo guión, pero los de Bilic no consiguieron el premio del segundo gol, más que merecido.
Así, y al ver el partido totalmente controlado, los croatas se relajaron y dejaron a los anfitriones el esférico en la segunda mitad. Además, el seleccionador austríaco decidió sacar al veterano Vastic, que se echó el equipo a las espaldas y creó múltiples ocasiones en el marco rival que no cristalizaron, para decepción de todo un país.
Así las cosas, y con la ley del mínimo esfuerzo, Croacia se hizo con los tres primeros puntos ante una sorprendente Austria, a la que le faltó calidad para igualar el marcador.
El próximo jueves se disputará la segunda jornada del grupo, que constará del Alemania-Croacia y el Austria-Polonia.
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